El huerto escolar puede ser una experiencia enriquecedora para los estudiantes, les enseña sobre la importancia de la sostenibilidad y les da la oportunidad de aprender sobre cómo se cultivan los alimentos. Además, los estudiantes pueden sentirse orgullosos de su trabajo y disfrutar de los frutos de su labor. Con un poco de planificación y dedicación, cualquier escuela puede tener un huerto escolar exitoso.
Para iniciar un huerto escolar, es necesario seguir los siguientes pasos:
Identificar un espacio adecuado: buscar un lugar con buena exposición solar y cercano a un suministro de agua.
Planificación: diseñar el huerto escolar considerando la distribución de las áreas de cultivo, las áreas de almacenamiento de herramientas, y las áreas de descanso.
Adquirir materiales y herramientas: comprar herramientas y materiales necesarios para construir y mantener el huerto, como macetas, semillas, rastrillos, etc.
Construir el huerto: preparar el suelo, plantar las semillas y cuidar las plantas mientras crecen.
Involucrar a los estudiantes: animar a los estudiantes a participar en el proceso de creación y mantenimiento del huerto, incluyendo la siembra, el riego y la poda.
Educación: utilizar el huerto escolar como una herramienta de enseñanza para enseñar a los estudiantes sobre agricultura, medio ambiente y nutrición.
Mantenimiento: continuar el cuidado del huerto, incluyendo el riego, la poda y la protección de las plantas de plagas y enfermedades.