La judía verde es una de las verduras más agradecidas de la huerta por su facilidad de cultivo. Por ello es ideal para los que se están iniciando en el huerto en casa. Con una serie de cuidados básicos se puede disfrutar durante meses de una cosecha continua de deliciosas vainas.
Judías verdes, vainas, alubias verdes, habichuelas o fréjoles son algunos de los nombres que reciben las vainas de las judías que se consumen tiernas, antes de que maduren las semillas. El nombre de esta especie anual es Phaseolus vulgaris, y de ella se han obtenido hasta el presente numerosas variedades.
Las judías verdes se clasifican en dos grandes grupos:
• De enrame o mata alta: Con un poco de ayuda, estas plantas de judías son capaces de trepar por cualquier estructura en la que puedan enrollar sus brotes terminales. Necesitan por lo tanto un soporte: se puede armar (o comprar) una sencilla armazón de cañas o varillas de plástico en forma de tipi, o utilizar una valla o malla de entutorado que les sirva de apoyo. En todo caso, el soporte debe instalarse antes de la siembra. Una ventaja de las variedades de mata alta es que producen frutos durante mucho más tiempo que las de mata baja: hasta dos meses. Para alargar el periodo de recolección es necesario cosechar regularmente las judías, caso contrario acabarán madurando y las plantas dejarán de producir flores y por lo tanto nuevas vainas.
• De mata baja: Estas judías tienen una forma de crecimiento más limitada y no necesitan soporte para enredarse. Por su tamaño son muy adecuadas para el cultivo en contenedor, por lo tanto pueden crecer perfectamente en terrazas y balcones. Por lo general, las judías de mata baja empiezan a dar frutos antes, y a menudo producen casi toda la cosecha de una sola vez. Para alargar la productividad conviene llevar a cabo plantaciones escalonadas cada dos o tres semanas, de manera que cuando una planta deje de dar frutos sea relevada por la siguiente.
CULTIVAR JUDÍAS: PASO A PASO
• Semillas o planteles: Las judías verdes se suelen sembrar directamente en la tierra a razón de 4-5 semillas por golpe; luego se han de aclarear dejando las más vigorosas. En los centros de jardinería también las puedes encontrar en planteles, lo que te permitirá ahorrar tiempo. Ahora bien, ¿qué variedades elegir? Además de por sus formas, texturas y colores (ver fotos de la columna de la derecha), puedes probar a plantar variedades tempranas, de precocidad media y tardías para asegurarte una larga cosecha. Suelen recolectarse a los 60-70 días de la siembra.
• Temperatura: Un dato que no se debe olvidar es que las vainas no resisten temperaturas bajo cero; esto significa que las siembras o plantaciones se deben proteger del frío o efectuar cuando ya no haya riesgo de heladas. La temperatura del suelo no debería ser menor de 10º.
• Marco de plantación: La distancia entre plantas depende de las variedades. Consulta en los sobres de semillas o en el centro de jardinería cuál es el más adecuado.
• Sol: Plántalas donde reciban mucho sol.
• Sustrato: El suelo debe ser suelto y drenar bien. Ha de ser fértil y con pH 6,5-7.
• Abonado: Las judías verdes pertenecen a la familia de las leguminosas y, como tales, son capaces de fijar el nitrógeno del aire en el suelo. Esto hace que el abonado no sea imprescindible en la mayoría de los casos. Aun así, incorporar algo de materia orgánica en forma de compost no les vendrá mal, de paso mejorará la estructura del sustrato y su sistema microbiano.
• Riego: Mientras germinan las semillas hay que cuidar que no se encharquen. Luego, las plantas necesitarán recibir agua de forma frecuente, sobre todo en la época de producción, aunque siempre evitando el encharcamiento, que puede propiciar la aparición de enfermedades por hongos.
• Cosecha: A la hora de cosechar, retira con cuidado las vainas de la mata para no romper las ramas. El tamaño de las vainas a recolectar cambia mucho según las distintas variedades. Lo más importante es que estén todavía tiernas; a medida que maduran, las semillas engrosan y la piel de la vaina se vuelve más dura y seca.
OCHO VARIEDADES PARA EL HUERTO URBANO
De mata baja
• Judía enana violeta ‘Amethyst’: Estas finas vainas cilíndricas destacan por su atractivo color. Alcanzan los 15 cm de longitud y carecen de hilos. Es muy productiva.
• Judía enana ‘Maravilla de Piamonte’: También llamada ‘Lengua de Fuego’ por sus vainas amarillentas con variegaciones violetas. Las vainas son planas, casi rectas y sin hilos.
• Judía enana ‘Amarilla Capitano’: Variedad mantecosa de vainas planas muy carnosas, de unos 15-17 cm de longitud. Es de precocidad media. Las plantas alcanzan medio metro.
• Judía enana ‘Roma’: Produce vainas muy carnosas de 16-17 cm de longitud. Es muy resis-tente a las enfermedades.
De enrame o mata alta
• Judía ‘Abundancia’: Da vainas cilíndricas y rectas de unos 17 cm de longitud. No forman hilo ni se apergaminan, y las semillas no se marcan. Es una variedad precoz, vigorosa y de gran calidad.
• Judía ‘Buenos Aires Roja’: Las vainas son planas, verdes con manchas rojizas, muy carnosas y de unos 18 cm de largo y 2-2,2 cm de ancho. La planta es rústica, de calidad y vigorosa.
• Judía ‘Parma’: Produce vainas planas de hasta 25 cm de largo. Es una planta muy productiva y de comportamiento precoz, resistente a las enfermedades y las condiciones adversas.
• Judía ‘Maravilla de Venecia’: Es de comportamiento precoz, amarilla y del tipo mantecosa. Las vainas miden unos 20-22 cm.
Fuente: verdeesvida.es