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Camelias en maceta


De febrero a abril, las camelias de primavera maravillan con sus flores sobre el fondo brillante de su follaje verde oscuro. Ni el frío ni la lluvia son capaces de empañar su belleza. No hace falta un gran jardín en el norte para disfrutar de ellas: viven perfectamente en maceta en otras latitudes, siempre que reciban los cuidados adecuados.

¿Qué camelia escoger? LA elección no es fácil: existen miles de cultivares de Camellia japonica, la especie de floración primaveral más habitual en los jardines junto con la Camellia reticulata, de grandes corolas, y sus cruces. Sin embargo, una sola planta basta para llenar de color y elegancia cualquier jardín, patio o terraza, gracias a su adaptabilidad a la vida en maceta. El ambiente húmedo (y los suelos ácidos) de Galicia y Asturias es su hábitat ideal, pero si se les proporcionan los cuidados que necesitan también se pueden cultivar en otras zonas. • Dónde situarla: Al sol en el norte de España; en el resto, en una orientación norte o este para que reciba solo el sol de la mañana y esté protegida de los vientos cálidos y secos: prefiere la semisombra y un sitio fresco. También puede vivir dentro de casa siempre que sea en un lugar luminoso y con humedad ambiental. • Humedad ambiental: Este factor es clave. La sequedad del aire puede malograr la floración desecando los botones florales, así como los brotes que emite tras la floración, donde surgirán los botones del año siguiente. • Riego: Debe ser generoso, sobre todo por la limitación de los tiestos, y preferentemente con agua de lluvia o libre de cal. El sustrato debe permanecer húmedo. Un síntoma de falta de agua es cuando las hojas pierden brillo y se arquean. Se ha de evitar el encharcamiento. • Abonado: De marzo a junio requerirá aportes de un fertilizante rico en nitrógeno que favorezca el desarrollo vegetativo, y de julio a septiembre con mayor contenido de fósforo y potasio. • Acolchado: Un mulching de corteza de pino preservará la humedad del sustrato y protegerá las raíces del efecto de las heladas. • Plagas y hongos: Pueden afectarla los pulgones, la cochinilla cerosa y el hongo fumagina que se desarrolla sobre su melaza. Se combaten con un insecticida sistémico. • Poda: Es de lento crecimiento y en general no necesita poda. De ser precisa, debe efectuarse cuando la floración haya finalizado y antes de que surjan los nuevos brotes. • Cuándo trasplantarla: Se puede trasplantar en cualquier momento, aunque lo ideal es hacerlo justo cuando haya terminado de florecer, o en otoño. Necesitará un sustrato rico en humus, ácido, suelto y que drene bien.

Fuente: verdeesvida.es

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