Limoneros, kumquats y calamondines abrieron la espita de una pasión coleccionista que tiene un filón inagotable en un género rico en arbustos tan bellos por su follaje y sus fragantes azahares como por sus decorativos ¡y comestibles! frutos.
Los cítricos en maceta se han convertido en los últimos años en una presencia habitual en terrazas, porches y patios. Y han generado una afición que parece insaciable: a los limoneros, calamondines y kumquats se suman poco a poco especies y variedades más exóticas, entre las que destaca como rareza la Mano de Buda, pero también el limón rojo, el rangpur, la combava, la bergamota, la lima ‘La Valette’... que suman a su belleza ornamental las cualidades aromáticas de la piel y el zumo de sus frutos.
Cuidados imprescindibles Los cítricos en general no demandan demasiados cuidados, aunque hay ciertas precauciones que se deben tener en cuenta:
• Temperatura: Protégelos del frío y las heladas en invierno y la primavera temprana, especialmente si son jóvenes. Son especies originarias en general del Sudeste asiático y solo pueden vivir al aire libre todo el año en zonas de heladas poco intensas, con mínimas medias de -6 a 0° (USDA 9), como Levante y Andalucía. En el resto de España hay que tener la precaución de plantarlos en un macetero para poder trasladarlos en invierno a un lugar más cálido y protegido.
• Luz: Pleno sol o mucha luminosidad. • Sustrato: Medio, fresco y con buen drenaje. Si es ácido, asimilarán mejor el hierro. • Riego: La planta debe contar con la humedad adecuada, evitando siempre el encharcamiento. Riégala cada dos o tres días procurando que se moje todo el cepellón. Si utilizas riego automático procura que los goteros no estén demasiado pegados al tronco (para evitar que se atiborre de agua la zona del cuello) ni demasiado separados; a unos 15-20 centímetros estaría bien. • Poda: Durante los dos primeros años no los podes, excepto si surgen chupones. • Abono: No aportes abono orgánico en la maceta o el hoyo de plantación, ni durante los primeros meses. A partir del primer año dales un fertilizante especial para cítricos. • Plagas: Sufren el ataque de las cochinillas y el minador de los cítricos, especialmente. Consulta sobre el fitosanitario adecuado en tu centro de jardinería. Si vas a consumir los frutos respeta el periodo de seguridad. Frutos llenos de color y belleza Entre los cítricos de colección destacan: • Mano de Buda (Citrus media var. sarcodactylis) Este arbolito luce extraños frutos de gruesa piel en forma de dedos. Contienen muy poca pulpa y el sabor varía: algunos son más dulces que otros. Su fragante piel se utilizaba en la Antigüedad para perfumar la ropa y los ambientes. Produce flores blancas con tintes púrpuras, que nacen arracimadas. A sus aceites esenciales se les atribuyen propiedades digestivas y expectorantes. • Lima ‘La Valette’ (Citrus aurantifolia ‘La Valette’)
Procedente de Oriente Medio, este limonero se ramifica densamente desde muy abajo. Luce hojas de color verde pálido semejantes a las del naranjo. Sus frutos de piel fina verde encierran una pulpa verde, jugosa y perfumada, con un característico sabor ácido. La ralladura de la piel se emplea en repostería. Los frutos secos y conservados en sal se utilizan en la gastronomía persa como aderezo, y las hojas, como aromatizante. El zumo es ideal para limonadas y coctelería. • Bergamota (Citrus bergamia) Un tercio de todos los perfumes de hombre y la mitad de los de mujer, además del célebre té Earl Grey, contienen aceite esencial de bergamota. El fruto atesora en su piel sus cualidades aromáticas más apreciadas. Se cree que las raíces de la bergamota enmascaran la presencia de otras plantas hortícolas, de modo que impiden que las plagas puedan localizarlas.
Limón rojo (Citrus limon ‘Rosso’)
En esta variedad muy poco conocida del limonero, los frutos lucen al madurar un atractivo color rojizo; no obstante, la pulpa sigue siendo amarilla. Su sabor dulce y agradable y el color de la piel resultan muy útiles en la cocina, tanto para decorar los platos como para elaborar bebidas. Foto: Vivercid
Rangpur (Citrus x limonia)
Originario de la India, es un híbrido entre la mandarina y el limón. También se lo conoce como limón mandarina o limón paraguayo. Sus vistosos frutos permanecen en la planta alrededor de 10 meses; son de tamaño intermedio y de piel delgada y brillante, de color verde, amarillo o rojizo anaranjado. Su sabor es dulce y se pueden consumir también en zumo. Foto: Vivercid
Combava (Citrus hystrix)
La combava o lima ‘Makrut’ procede del Sudeste asiático. Sus hojas son rojizas cuando son nuevas, y exhiben un característico estrechamiento en el centro. Las ramas tienen espinas. El fruto es similar a la lima, pero de color verde oscuro y textura más rugosa. Sus aromáticas hojas y la piel de los frutos se utilizan picadas para acompañar muchos platos asiáticos de carnes y pescados. Foto: Cskk
Fuente: verdeesvida