Si ves prímulas en flor es señal de que la primavera está a las puertas. Por ello, la Oficina Holandesa de Flores la ha elegido este año planta protagonista de febrero.
Los vibrantes rojos, rosas fuertes y suaves, violetas, amarillos y blancos de sus flores llenan de color el jardín y los tiestos de la terraza (Primula acaulis o vulgaris), pero también los rincones más luminosos dentro de casa (Primula obconica). El tono de las flores va volviéndose más intenso a medida que pasan los días, lo que crea un efecto cromático muy atractivo. Si eliminas las flores marchitas, tus prímulas reflorecerán largo tiempo. Dentro de casa • Ubícalas en un sitio donde disfruten de una iluminación intensa, pero sin sol directo. • Lo ideal es un ambiente donde la temperatura se mantenga entre los 12 y 15º, y no suba de los 18º, para que las flores duren más tiempo. Si el lugar escogido es cálido puedes ayudarla a mantenerse fresca colocándola sobre un plato con guijarros humedecidos. • Riégalas cada 4-7 días. El sustrato debe mantenerse húmedo (no empapado). • Abónalas cada tres semanas con un fertilizante líquido disuelto en el agua de riego. En el exterior • Prefieren la semisombra. Si el clima es fresco y húmedo, como el del norte atlántico, pueden vivir a pleno sol. • El suelo debe ser suelto y mullido, bien drenado, fresco y rico en materia orgánica. • Riégalas de forma regular. El sustrato ha de estar húmedo, pero el encharcamiento favorece el desarrollo de hongos de pudrición (como el moho gris), a los que son muy sensibles. • Aunque toleran bien el frío, las heladas pueden estropearlas, así que si el termómetro baja de 0º es mejor que las raíces estén protegidas por un acolchado de corteza de pino. • Al regar evita mojar las flores. • Durante la floración añade una vez al mes abono líquido al agua de riego.
Fuente: verdeesvida.es